Que la tecnología lo va a poner todo patas arriba en un plazo no superior a 5 años es un secreto a voces. Como dijo el ínclito Alfonso Guerra, a España – y al resto del mundo – no la va a conocer ni la madre que la parió. En mi opinión, no va a quedar prácticamente ningún sector en el que la disrupción tecnológica reviente el status quo.
Taxis sin taxistas
Hemos visto un ejemplo hace muy poco con las manifestaciones de los taxistas por la irrupción de una empresa tecnológica (Über) en su chiringuito. Über ofrece una plataforma para conectar oferta con demanda a través de un smartphone; saltándose a la torera todas las barreras de entrada que hasta ahora mantenían el status quo de los taxistas.
Y si, que no está regulado, que no pagan licencias, etc… Pero el caso es que el que usa Über está encantado y repite. ¿Por qué? porque la tecnología ofrece herramientas mucho más eficientes para asegurar la calidad del servicio y depurar elementos no adecuados.