Hace unos días bajé a comer a casa de mis padres y tomando una caña en el bar de enfrente me comentaron que el videoclub de al lado, que lleva toda la vida, cierra. A la salida pasé por la puerta y me llamó la atención el cartel que había colgado en la puerta (ver foto).
Desde luego que no voy a frivolizar sobre un tema tan serio y dramático como el hecho de tener que cerrar un negocio, pero, sinceramente, lo primero que pensé es que bastante ha durado.
A nivel general, un videoclub es un negocio que no ha querido-sabido-podido evolucionar en 3 décadas, tiempo en el que los avances tecnológicos han creado soportes más baratos, más cómodos, más rápidos, con una oferta ilimitada (anything, anytime, anywhere) y servicios innovadores adicionales que cubren demandas en función del perfil del cliente; contra los que un modelo de negocio inmovilista, basado en un soporte físico que obliga a tener un reproductor adecuado, con una oferta finita, sin servicios novedosos, incómodo y lógicamente más caro, nada puede hacer.
Cierro mi asesoría
Viendo el cartel del videoclub pensé en los carteles que pondrían despachos en situaciones similares: Cierro mi despacho por el intrusismo, Cierro por las asesorías low-cost, Cierro porque el gobierno no regula la profesión… y que sí, que será todo verdad, pero el hecho es que el despacho cierra y ¿de quién es la culpa?
Al igual que el videoclub, hay muchos despachos que no han evolucionado sus procesos en 30 años y que no han incorporado tecnología desarrollada para este sector, para ofrecer sus servicios de forma más eficiente, más rápida, más barata y con más valor añadido, pero del bueno… del que se ve y se toca.
La gran diferencia con el videoclub, es que los despachos tienen opciones viables aparte de dejarse llevar y cerrar el negocio. Los videoclubs no han tenido esta oportunidad, porque la tecnología para distribuir películas de una forma más eficiente no ayuda al videoclub local en su negocio; son los grandes players los que se benefician de ella.
Los despachos, en cambio, tienen la tecnología a su disposición (soluciones verticales desarrolladas específicamente para automatizar tareas intensivas troncales de su negocio) y lo único que les impide adoptarla es una falta de visión estratégica y decisión de gerencia. Porque los despachos tecnológicamente avanzados son viables hoy y lo seguirán siendo a medio plazo (independientemente del tamaño y los recursos).
Creo que no es casualidad, pero ni uno sólo de nuestros clientes ha cerrado, ni tiene pinta de que vaya a hacerlo en breve y no es porque seamos un talismán, ni la fórmula de la Coca-Cola. Simplemente es que un despacho que trabaja con nosotros es un despacho que ha decidido hacer el esfuerzo de cambiar unos procesos de trabajo que llevaba en su ADN, y lo hace porque tiene un equipo gerente absolutamente consciente de que no evolucionar (y no hacerlo ya) lleva al cierre.
Estos gerentes son los visionarios que saben adelantarse a lo que será una práctica generalizada a medio plazo. Y esta reflexión no la hago pensando en los grandes despachos que A3 y Sage ponen siempre como referentes: los Arrabe, ALT, Gesdocument, AYCE, etc… porque ellos son los primeros que vieron este camino y tomaron ventaja y posiblemente por eso son líderes. La hago pensando en los pequeños como Ley Consulting, Labconfis, Fiscomer, etc… que con muchos menos recursos han apostado por dar ese paso adelante.
Despachos en riesgo
En el último año hemos detectado un cambio prácticamente unánime en el modo en que los despachos medianos-grandes afrontan esta situación: la mejora de procesos, la preocupación por aportar valor añadido a los clientes, por salir de la sangrienta pelea del precio… son aspectos estratégicos claves. Son despachos con un equipo gerente que actúa como tal, que es capaz de ver más allá, que tiene inquietud por la tecnología o, mejor dicho, necesidad de ella, y que sabe hacer ver al personal del despacho que solo hay 2 opciones, evolución y adaptación o cierre. Estos no corren peligro.
Pero si que hemos detectado problemas importantes en 2 casos: (i) los bomberos de despacho y (ii) aquellos en los que las decisiones estratégicas no las toman los gerentes, sino los usuarios contables.
(I) El riesgo de los bomberos de despacho
Son esos despachos pequeños, en los que el gerente está inmerso en el día a día y por tanto está permanentemente apagando fuegos, que si ahora la renta, que si el trimestre, que si el 347…
Esta vorágine diaria dificulta que el gerente pueda pararse a tomar perspectiva para analizar la situación y decidir la estrategia y los cambios que afiancen el despacho. Y así, un mes después de otro y, sin darte cuenta, ya no queda tiempo de reacción y hay que cerrar y la culpa… del maestro armero.
(II) El riesgo de los decisores indecisos
Son despachos medianos-grandes en los que el equipo gerente, aunque tiene claro que hay que actuar, le pasa la decisión al equipo contable; y si nones, pues patada a seguir. Ocurre que aquí entra en juego ese mecanismo mental de la aversión al cambio, que todos tenemos, pero que, indudablemente, en ciertos perfiles está más acentuado que en otros; y el perfil del contable… pues eso.
Evidentemente que es contraproducente introducir cambios a la fuerza, pero de ahí a la inacción hay muchos tonos medios que habría que contemplar, salvo que quieras convertirte en un suicida optimista.
Primeros pasos para evolucionar tu despacho
Si tienes claro que hay que evolucionar, pero no sabes cómo empezar, aquí van unas primeras recomendaciones, aunque todas se pueden resumir en una: Infórmate.
- Si no tienes perfil en Linkedin, ya estás tardando. Busca y suscríbete a grupos con temáticas relacionadas con la innovación en general y en despachos en particular, por ejemplo: Despacho inteligente, Contabilidad automática, Taller de innovación de despachos profesionales.
- Sigue las publicaciones de gurús tecnológicos para saber hacia donde va el resto del mundo. Mi favorito es Enrique Dans
- Trastea con tecnología. Acostúmbrate a usar servicios en la nube para cosas que llevas haciendo toda la vida de la misma forma. Hay cientos de servicios que puedes empezar a usar gratis: Asana para gestionar tareas, Mailchimp para mailings a tus clientes, WordPress para montar un blog como este…
- Asiste a foros. Precisamente el próximo 21 de mayo vamos a estar presentes (nosotros y algunos de nuestros clientes) en el IV Taller de Innovación de Despachos Profesionales que organiza GM Empresarial.
IV Taller de Innovación de Despachos Profesionales
Este Taller está dedicado a la automatización de tareas en los despachos. Si quieres acompañarnos, pincha en la imagen e inscríbete; es gratuito, pero ten en cuenta que las plazas son limitadas.
Enlaces
- Agenda del taller
Formulario de inscripción(YA CELEBRADO)- Resumen de las ponencias